viernes, 29 de febrero de 2008

Pasado y Presente

PASADO:
Fabián Hurtado es un hombre de veintitrés años. Vivía en una celda de la cárcel La Picota en la ciudad de Bogotá. Desde muy joven vivió solo ya que sus padres se separaron y cada quien cogió su rumbo, y su hermano mayor ni siquiera lo determinaba; desde entonces se volvió un tipo muy malicioso. A los 16 años, y con la vida sin rumbo ni motivación, empezó a fumar marihuana y consumir cocaína ocasionándole a los diecisiete un preinfarto, ese día sí que se llevó un buen susto Fabi.
Gracias al vicio de consumir drogas poco a poco fue cogiendo el hábito de robar, para patrocinarse la compra de la marihuana, hasta que en una de esas lo agarró la policía local y la "bromita" le costó siete meses en la penitenciaría de menores de la ciudad. Cuando salió de prisión, como no tenía un hogar o una familia a quien acudir ya que en donde vivía poco se interesaban por lo que le pudiera suceder, comenzó a montarse en los buses a rogar por una moneda de cien pesos para comerse un pan. Inició la búsqueda de su "familia", sus "amigos", la búsqueda de "su vida", en el único lugar en donde todo el mundo es sincero y de una sola cara, en la calle.

PRESENTE:
Fabián Hurtado es un hombre de veintitrés años. Vive en una celda de la cárcel La Picota en la ciudad de Bogotá. Desde muy joven vive solo ya que sus padres se separaron y cada quien cogió su rumbo, y su hermano mayor ni siquiera lo determina; desde entonces es un tipo muy malicioso. Fuma marihuana y consume cocaína desde los 16 años.
Roba para patrocinarse las drogas, y por tanto vicio hoy está pagando siete meses en la penitenciaría de menores de la ciudad.
Se monta en los buses a pedir plata, pues después de la prisión es lo único que puede hacer. Anda en la búsqueda de su "familia", sus "amigos", la búsqueda de "su vida", y hasta ahora en el único lugar en donde ha podido encontrar esto es en la calle.

FUTURO:
Fabián Hurtado es un hombre de veintitrés años. Vivirá en una celda de la cárcel La Picota en la ciudad de Bogotá por los próximos 2 años. Siendo muy joven sus padres se divorciarán y se quedará sólo, no tendrá a nadie a quien acudir; eso lo volverá una persona muy maliciosa. A los 16 años, y con la vida sin rumbo ni motivación, empezará a fumar marihuana y consumir cocaína, se sumergirá en el mndo de las drogas hasta tal punto que a los diecisiete un preinfarto le dará vuelta seca y lo dejará en grave estado de salud por un tiempo, ese día sí que se llevará un buen susto Fabi.
Adquirirá el mal hátito de robar para patrocinarse la compra de la marihuana y la cocaína y seguirá así hasta que la Policía Local lo coje y lo encierra por siete meses en la penitenciaría de menores de la ciudad.

Cuando salga de prisión lo único que podrá hacer será subirse en los buses a pedir por una moneda de cien pesos para comerse un pan, e iniciará la búsqueda de su "familia", sus "amigos", la búsqueda de "su vida", y en ese desespero llegará a las calles.

Sinópsis

La historia comienza cuando a Fabián lo dejan solo, sus padres se separan, su familia se disuelve, todos le dan la espalda y apartan de él, pues a nadie le importa un enfermo. Fabián sufre de cáncer.

Cuando Fabián tiene más edad, comienza a buscar un rumbo, hacia donde dirigir su mirada, y encuentra o mejor le ofrecen un lugar en las calles y en la droga. Poco a poco Fabián se va convirtiendo en un vagabundo drogadicto, pero muy en el fondo sensible y especial.
Como Fabián es una persona muy influenciable, toma el camino que más le ofrecen y es por eso que su vida sufre varios golpes y emociones.

El Nudo comienza cuando Fabián conoce a una muchacha llamada Claudia, quien le muestra un mundo distinto. Un mundo libre, no más que en el que vivía, una vida sana y todo gracias a un Arte. Claudia se encarga de darle vuelta seca a Fabián y es ella quien con su forma de ser y su carisma, enamora a Fabián de la vida, lo hace interesarse por cosas que nunca antes se había interesado, como mejorar su estilo de vida, salir de las drogas, superarse a sí mismo, fijarse metas, etc. Ser alguien en la vida.

En la historia llega un momento de tensión cuando Fabián se da cuenta que tiene cáncer, ya que en una recaída de salud, estando en el seguro un médico descubre la enfermedad de Fabián.
Aquí es donde Claudia juega el papel de Angel, ya que es ella quien le hace ver el lado bueno de la vida, le hace valorar la vida y no desperdiciarla Fabián lo venía haciendo hasta ese momento.
Pero hay otro momento de más tensión, cuando Claudia, tras varias manifestaciones de quebrantos de salud, no puede ocultar que tiene VIH y llegan a un momento en el que Fabián se siente traicionado, pues la mujer que le ha mostrado un mundo lleno de emociones y de alegría no podrá compartir con él nada de lo que le ha mostrado.

Finalmente, Claudia muere, tras una recaída grande de salud, y es un golpe muy fuerte para Fabián, quien, aunque ya ha mejorado muchos aspectos de su vida personal y ha dejado las drogas y las calles, todavía está un poco vulnerable ante muchas tentaciones que se aparecen día tras día en su vida.
Fabián, tarde que temprano termina entendiendo cual fue el papel que jugó Claudia en su vida y empieza a cambiar por completo su vida, comienza a estudiar, a trabajar honradamente, conoce a unas personas del centro de rehabilitación que le ayudan a salir adelante, lo apoyan en este nuevo paso y lo impulsan a alcanzar grandes metas, que en un futuro hacen de Fabián Hurtado el gran Hombre que es en la actualidad.

Fin.

viernes, 22 de febrero de 2008

Fabián Hurtado, parte 2


Fabián Hurtado es un hombre de veintitrés años. Vive en una celda de la cárcel la Picota en la ciudad de Bogotá al sur de la ciudad. Desde muy joven vivió solo ya que sus padres se separaron y cada quien cogió su rumbo dejándolo absolutamente sólo, ya que él no se hablaba con su hermano mayor. Desde entonces se volvió un tipo muy malicioso. A los 16 años, y con la vida sin rumbo ni motivación, empezó a fumar marihuana y consumir cocaína ocasionándole a los diecisiete un preinfarto, ese día sí que se llevó un buen susto Fabi.
Gracias al vicio de consumir drogas poco a poco fue cogiendo el hábito de robar, para patrocinarse la compra de la marihuana, hasta que en una de esas lo agarró la policía local y la "bromita" le costó siete meses en la penitenciaría de menores de la ciudad. Cuando salió de prisión, como no tenía un hogar o una familia a quien acudir ya que en donde vivía poco se interesaban por lo que le pudiera suceder, comenzó a montarse en los buses a rogar por una moneda de cien pesos para comerse un pan, inició la búsqueda de su "familia", sus "amigos", la búsqueda de "su vida", en el único lugar en donde todo el mundo es sincero y de una sola cara, en la calle. Era la única salida
que le quedaba para vivir... o sobrevivir...
...Pobre Fabián...


Tras salir de la cárcel, Fabián caminó y caminó, y siguió caminando mucho, hasta que, gracias a un Dios que existe, se encontró con un conocido del "trabajo", su nombre era Oscar.
Lo conoció algún tiempo atrás en una calle muy habitada por los "viajeros" de la ciudad, la calle del cielo, en donde mantienen uno que otro por allí.

Le comentó por lo que estaba pasando, y lo que había pasado, y le pidió que lo ayudara a encontrar un lugar donde dormir, le pidió que lo agregara en su lista de miembros de la familia y que no lo dejara sólo, a lo que Oscar muy atentamente accedió sin ningún "pereque".

Con el paso de los días, Fabi se estaba adaptando al ritmo callejero, y con la ayuda de sus amigos cada vez estaba consumiendo más y más drogas. La vida en la calle, para Fabián, se había convertido en una delicia... vivir entre amigos, sin preocupaciones, sin restricciones, simplemente seguir viviendo... (y en verdad, con todos los problemas que existen hasta lo envidio).
Todos los días era un día nuevo para Fabi, nunca era el mismo, no había rutina, no existía un cronograma a seguir, solamente el de sobrevivir el afán de cada día y de cada noche. Las personas eran sencillas, pues no tenían nada que esconder, eran leales porque la única familia que tenían eran las personas que había a su alrededor, era como un pequeño paraíso, un paraíso callejero en el cual todo era como vivir viajando. Si, vivir en todo el mundo, un día aquí, otro allá y mañana.. pues nunca se sabe, todo es una sorpresa, una bonita sorpresa.
Así pasó los siguientes dos años de su vida, viviendo en la calle, y... tengo que decirlo, robando de vez en cuando pero siempre con su "Vitamina D".


A los 20 años, Oscar le propuso que se mudaran a Bogotá porque varias personas iban a viajar para allá y le habían dicho que había más posibilidad de vivir, y como era tan grande la ciudad nunca cogían a los ladrones, él aceptó sin reproche alguno, pues para él todo era un “viaje”. Una vez estando allá comenzaron la búsqueda del sitio en donde se habrían de acomodar, en donde habrían de vivir y a los dos días de haber llegado comenzaron a trabajar, unos recogiendo y vendiendo reciclaje y otros, como Fabián, robando de vez en cuando en las calles menos transitadas por los tombos. Así continuó durante un mes y medio,

viernes, 8 de febrero de 2008

Dialogo



Fabián: ¿hey, buenas, discúlpame, te puedo hacer una pregunta?
Claudia: si, dime
Fabián: Es que estoy buscando esta dirección desde hace como media hora y estoy como perdido y también cansado de caminar, ¿será que me puedes ayudar?
Claudia: mmmmmm… déjame ver… (Hablado suave) cra 65 # 1ª -93…
Pues la cra 65 es la que queda por allí, y la 1ª… aaaaaaaa!! ¿Esa no es la casa de Camilo? ¿Camilo Gonzáles?
Fabián: si, si, el mismo. Uyy gracias a Dios, ¿me puedes decir por donde es?
Claudia: Si claro, mira, coges esta calle, subes dos cuadras más, cruzas a la izquierda y en una casa blanca de rejas verdes, allí es.
Fabián: ufff gracias preciosa, no sabes el favor que me hiciste.
Claudia: Pues si quieres te puedo llevar?
Fabián: en serio?
Claudia: pues claro, es que nunca te han hecho un favor o que? Además, no tengo nada urgente que hacer por ahora.
Fabián: uyyy pues si me haces el fa, de una, te lo agradecería mucho, y no sé.. Después vemos la forma de cómo devolverte el favor, no?
Por cierto, mucho gusto, Fabián.
Claudia: jeje, Claudia.
Claudia: y claro, ni creas que voy de gratis, jaja.. Además el viejo Cami es parcero mío, así que fresco, no te preocupes, ven conmigo.
Fabián: listo vamos.


Claudia: y que? Vienes por negocios o que?
Fabián: mmm no.. Nada. Solo que… no! Vengo a visitar al Cami, es que hace tiempo que no lo veo.
Claudia: mmmmm.. Pero tan arisco, conmigo puede estar súper relajado, yo no tengo ningún pedo con nada.
Fabián: perdón, es que mi pasado no es tan agradable que digamos.
Claudia: que, contrabando? Drogas?
Fabián: noo, contrabando no. Pues es que acabo de salir de la cárcel y pues Camilo es un parcero que conocí hace tiempo y es el único que queda de las personas que conozco.
Claudia: aaaa ya. Humm, ni que fuera tan grave lo que estabas escondiendo.
Fabián: y no?
Claudia: nah! Para nada, yo soy de las que digo que todos tenemos nuestro lado oscuro y no somos nadie para juzgar a la gente. Así que relax conmigo.
Fabián: uyy, pues gracias. Y bueno, tu vida que? Tienes novio.. Que haces?
Claudia: nada, yo vivo sola, pues con unas amigas, y vendemos collares y pulseras enfrente de Maloca, hacemos todo artesanal y pues de eso vivimos, de eso y otras cositas que salen. Y pues no, no tengo novio. ah!, Eso de estar a cada rato con un man de tras de uno jodiéndole la vida no me gusta, todos los manes con los que he estado me han querido convertir en su objeto personal y yo no soy así, me gusta estar libre y ser libre, sin condiciones ni restricciones, hacer lo que a mi me gusta y sin que nadie me diga nada.
Fabián: uichh.. Así que eres como bravita.
Claudia: si, soy difícil de domar y montar. (Tono sarcástico)
Fabián: uyyy.. Eso te hace muy interesante sabes?
Claudia: si? Y porqué?
Fabián: porque hoy en día todas las mujeres se entregan muy fáciles, tú me entiendes, y lo fácil resulta a veces aburrido, porque no hay emoción.
Claudia: Pues si.

Fabián: Qué me miras?
Claudia: jaja, es que eres un tipo raro.
Fabián: Porqué?
Claudia: no sé, tal vez por tu ropa o tu peinado. Pero fresco, que al mismo tiempo te hace, como dices, interesante.
Fabián: jeje, gracias.
Fabián: sabes? Me caíste muy bien, me aceptas una invitación a un café?
Claudia: Y no vas donde Camilo?
Fabián: Si, pero Él puede esperar. Total ya sé donde vive.
Fabián: Así que, qué dices?
Claudia: mmmm…
Fabián: Tómalo como respuesta al favor que me hiciste.
Claudia: jaja.. está bien. Pero yo escojo el lugar.
Fabián: está bien.